Casi dos siglos después de que el noble, diplomático e historiador francés Alexis de Tocqueville acuñara el término “Excepcionalismo Americano”, todavía hay mucho debate sobre lo que significa. De Tocqueville escribió el clásico de dos volúmenes, Democracy in America (Democracia en América), después de una larga gira por Estados Unidos a principios del siglo XIX. Este trabajo todavía se considera quizás el análisis más claro de la República Americana jamás escrito. ¿Sigue siendo precisa la descripción más famosa de América? ¿Seguimos siendo excepcionales?
Sería difícil encontrar un estudio de un país que sea más amplio en alcance, más profundo y brillante en su análisis, además de profético, que el de De Tocqueville. No solo describió en detalle los principales factores que habían asegurado a la República Americana tal estabilidad y prosperidad en el momento de su visita, sino que incluso predijo con precisión gran parte de lo que América llegaría a ser. Por ejemplo, previó el momento en que Rusia y Estados Unidos serían las dos mayores potencias del mundo, lo que por supuesto sucedió después de la Segunda Guerra Mundial. La Unión Soviética liderada por Rusia y la República Americana se convirtieron en los dos contrapuntos que dominaron el mundo durante décadas.
De Tocqueville vivió y se desempeñó como un destacado político francés durante los tiempos extremadamente turbulentos posteriores a la Revolución Francesa. A la Revolución Francesa le siguieron dos revoluciones más y un golpe de Estado en las décadas siguientes. Al ver el caos en su propio país, De Tocqueville se asombró de cómo la joven República Americana disfrutaba de una notable estabilidad y prosperidad después de su revolución. Entonces, vino a estudiar qué hacía a América tan diferente, no solo de Francia, sino de todos los antiguos países europeos y quizás de todos los demás países en la historia.
Después de sus extensos viajes por Estados Unidos, De Tocqueville no encontró solo una gran diferencia que hizo que América fuera única, sino muchas. Vio a la joven República Americana como muy diferente de Europa, una excepción en formas básicas. Por supuesto, "excepcional" no significa necesariamente mejor, sino simplemente diferente. Sin embargo, De Tocqueville vio formas básicas en las que América era diferente, pero también mejor. Su brillantez y honestidad le permitieron comprender cosas sobre América que quizás ningún otro europeo ha entendido hasta el día de hoy, y solo unos pocos americanos.
Comprender las excepciones americanas es crucial para comprender los principales factores que han permitido que América se convierta en la nación más fuerte y próspera de la historia, así como el intento de muchos de no degradar y socavar las fuentes de nuestra fuerza y prosperidad.
He viajado mucho a nivel internacional desde la década de 1980, a menudo haciendo tres o más visitas a Europa cada año. Europa tiene una rica y profunda cultura e historia, muchas de las cuales se convirtieron en fundamentales en nuestro país. Los americanos tienen mucho que agradecer a las raíces y la herencia europea, pero también tenemos mucho que agradecer por las formas en que somos diferentes.
He escuchado a muchos europeos que querían compartir conmigo sus ideas sobre América. A menos que hayan vivido aquí por un buen tiempo, siempre sentí que tenían un profundo malentendido de América y los americanos. Algunos de los que han vivido en América durante un tiempo considerable todavía no parecen entender por qué somos diferentes en muchos aspectos, lo cual es comprensible ya que muchos americanos tampoco lo entienden. Incluso los artículos escritos por académicos europeos sobre América no nos entendieron realmente. ¿Por qué?
Todos tenemos filtros a través de los cuales percibimos el mundo. Un factor importante en la formación de estos filtros son nuestras fuentes de información. En el momento en que comencé a viajar, CNN era una fuente de noticias bastante confiable en Estados Unidos, por lo que esperaba que CNN Internacional también lo fuera. Me sorprendió descubrir que casi en su totalidad era propaganda antiamericana. Parecía que todas las historias se estaban tejiendo para hacer que América quedara mal. Las redes europeas parecían hacerse eco de esto en su cobertura de América, lo que, por supuesto, podíamos esperar.
Quizás los europeos asumieron que CNN Internacional era precisa porque era una compañía de medios estadounidense, pero me preocupaba profundamente cómo alguien podía hacer este tipo de cosas a su propio país. Una cosa es ser negativo y desafiante en casa, pero difundir mentiras y distorsiones por todo el mundo fue un nuevo nivel de deslealtad o traición cultural.
Otro factor en la mala percepción que gran parte del mundo tiene sobre América podría ser que es realmente difícil para alguien de otro país comprender cuán diferentes son todos los pilares principales de nuestra cultura de lo que han conocido y tienen algún tipo de entendimiento. Esto incluye elementos tan importantes como la religión, el gobierno, la educación y la economía. Todo esto contribuye a la cultura, y estos ingredientes únicos en estas áreas han dado como resultado una cultura única.
El cristianismo americano se apartó significativamente del cristianismo europeo con las primeras colonias. En mi experiencia en Europa, parece que la mayoría de los europeos tienden a ver el cristianismo americano desde su experiencia con su propio cristianismo, muy diferente y mucho más formal e institucional. Pocos parecen comprender que incluso el catolicismo y el protestantismo americanos son muy diferentes de sus homólogos europeos a pesar de que tienen sus raíces en los países antiguos.
La fe de muchos de los primeros colonos americanos nació de nuevos movimientos únicos que buscaban recuperar la fe bíblica y apostólica. Estos fueron ferozmente perseguidos por las instituciones religiosas de Europa que fueron amenazadas y no podían tolerar estas diferencias. A los perseguidos por su fe se les indujo a convertirse en colonos, prometiendoles la libertad de religión en "el nuevo mundo". Con esta libertad, comenzaron a ver aún más profundamente las Escrituras, y el cristianismo americano se volvió aún más diferente que sus expresiones europeas.
Asimismo, a los primeros colonos ingleses en América se les prometió el autogobierno para inducirlos a venir. A pesar de que las naciones europeas estaban adoptando gradualmente y tratando de aplicar a sus gobiernos algunos de los principios básicos de la democracia, todavía existían muchas restricciones sobre su cultura, herencia e instituciones académicas y religiosas predominantes. No era así en América, por esto lo que surgió aquí fue profundamente diferente de lo que estaba evolucionando en Europa o en cualquier otro lugar.
Hay otros factores que hicieron de América una excepción. El "nuevo mundo" era mucho más propenso a abrazar lo nuevo que lo viejo, y prácticamente todos los aspectos de nuestra cultura emergieron como diferentes del viejo mundo. Estas diferencias fueron mejores para nosotros, y podemos agradecer a nuestros antepasados en cada generación por no ser intimidados para conformarnos con las opiniones de los demás sobre lo que deberíamos ser.
Sin duda, en ocasiones hemos sucumbido a la tentación de irnos al otro extremo y buscar imponer lo que tenemos a los demás, pero afortunadamente la mayoría de nuestros líderes se han resistido a esta tendencia. La profunda devoción a la libertad en los americanos por lo general nos ha mantenido en el lugar de permitir que otros busquen su propio camino tal como nosotros lo hemos hecho.
Aunque parezca que los extranjeros malinterpretan a América en su mayoría, eso no significa que todas sus percepciones no carezcan de mérito o sean útiles. Aun así, ¿cómo entendió De Tocqueville a América y los americanos tan bien cuando aún hoy pocos americanos lo entienden? Y, ¿qué fue lo que vio que nos hizo tan "excepcionales"?
En sus conclusiones sobre América, De Tocqueville vio una “bondad” única en los americanos. Procuraban ser buenos y hacer el bien. En su época, esto pudo haber sido muy raro en Europa, pero en América era tan común que era raro que la gente no fuera así. Esto revela una "brújula moral" básica. Él rastreó esto hasta las iglesias americanas, que eran muy informales y aparentemente carecían de estructura en comparación con las de Europa. Sin embargo, en lugar del ritual, había una profundidad y un poder en los mensajes predicados en la iglesia americana promedio que era notable. Estos mensajes fueron tan desafiantes que fue como tener su brújula moral y espiritual revisada y reiniciada en el norte verdadero cada semana.
Otros que visitaron América durante este período también se sorprendieron por cómo la vida de los americanos giraba en torno a sus iglesias y lo que aprendían en los servicios. Los servicios de la iglesia eran la parte más emocionante de la semana para la mayoría de las personas, y durante toda la semana la conversación general de la gente probablemente era el sermón del domingo anterior. Se dijo que solo unos pocos años de asistir a la iglesia promedio en ese momento era el equivalente a obtener una licenciatura de la universidad.
Hubo períodos en la historia de América en los que este no fue tanto el caso, y momentos en los que lo fue aún más. Durante los Grandes Despertares, el fervor espiritual recorrió la nación como grandes olas del mar. También hubo momentos en que el libertinaje y la corrupción parecían barrer la nación, como lo vemos hoy.
Para el ojo inexperto, estos pueden parecer ciclos naturales, pero de hecho son muy antinaturales. La tendencia "natural" no es cíclica, sino una decadencia constante. La historia revela una ley cultural de la entropía. La Ley de la Entropía en la física establece que todo en la naturaleza tenderá hacia la descomposición y el caos final a menos que actúe sobre ella una fuente inteligente externa. Es por eso que nuestras casas, autos y todo lo que fabricamos se deterioran a menos que seamos lo suficientemente inteligentes para mantenerlos en buen estado. Lo mismo ocurre con un gobierno, una economía o cualquiera de los otros pilares de una nación o cultura.
Los profetas bíblicos repetidamente transmitieron que los líderes sabios e inteligentes eran una bendición de Dios para las naciones que lo buscaban y obedecían Sus caminos. Los líderes necios y caprichosos eran un juicio de Dios para las naciones que no lo seguían. Este juicio era peor para las naciones que lo habían conocido y seguido, pero se apartaron de Él, que para las naciones que nunca lo conocieron.
Ninguna nación o imperio en la historia ha sido lo suficientemente fuerte como para evitar estas consecuencias de apartarse del Señor. Si Él incluso permitió que Israel, la única nación que le servía en el mundo en ese momento, fuera destruida y toda su gente fuera llevada a la esclavitud, ¿podemos suponer que Estados Unidos es tan importante y vital para Sus propósitos que Él no permitirá que seamos sometidos a las mismas consecuencias?
Entonces, la respuesta para no tener líderes mediocres cuya locura y corrupción está destruyendo el núcleo y la estructura de nuestra nación es volver a seguir y obedecer al Señor. Los ciclos de naciones que se degradan, pero luego se levantan de nuevo, son el resultado del trauma creciente que resulta de líderes corruptos e inmaduros que despiertan al pueblo a lo que es una locura: apartarse del Señor.
El Salmo 2 predice un tiempo en el que los líderes de este mundo tratarán de romper sus lazos con el Señor. El resultado es que estas naciones se hacen añicos como cerámica golpeada por una vara de hierro. ¿Será el nuestro uno de éstos, o volveremos a despertar y el ciclo de nuestra vida continuará, llevándonos aún más alto y haciéndonos aún mejores? Nosotros decidimos.
De las muchas influencias que han dado forma a los Estados Unidos de América en una nación y un pueblo distintivos, se puede decir que ninguna es más fundamental y duradera que la Biblia….la Biblia y sus enseñanzas ayudaron a formar la base de la fe inquebrantable de los padres fundadores en los derechos inalienables del individuo, derechos que encontraron implícitos en las enseñanzas bíblicas del valor y la dignidad inherentes de cada individuo. ~ El presidente Ronald Reagan
La audacia se caracteriza por la osadía, pero es la osadía que se basa en la confianza y una comprensión profunda del conflicto y sus posibles consecuencias. Se lleva a cabo con decisión. ~ R. Redwine
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